sábado, 29 de enero de 2011

Un camino a la Resiliencia

Hace más de un año llegué a soyborderline buscando información pues gente cercana a mí padece TLP, hace poco leí este artículo y me ha parecido muy interesante.

"La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. Significa "rebotar" de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte"

Vale la pena leerlo. Click en el siguiente link

Un camino a la Resiliencia

jueves, 27 de enero de 2011

¡¿Lo dices en serio?!

Tengo muchas cosas en la mente estos últimos días; recuerdos buenos y malos, trivialidades, sensaciones, cosas que me hacen enojar, que me alegran el día o que simplemente me dejan sin palabras. Hay algo en especial este día que realmente quiero sacar de mi sistema, tal vez lo logre y dé carpetazo al asunto o tal vez en un tiempo vuelva a incomodarme.

Hace ya algunos años mi abuela se enteró que un conocido suyo había fallecido, normalmente hubiera armado una escena de llanto pero no fue así, parecía hasta cierto punto aliviada y satisfecha.

"Que Dios me perdone pero que bueno que se murió"
Al preguntar por qué se dio cuenta que mi madre y yo estábamos sorprendidas por el comentario y nos contó una historia de su juventud, algo que le había ocurrido...

Se acababa de separar de su primer marido, tenía una bebita y tenía que trabajar para mantenerse, un día cuando se dirigía al trabajo el hombre en cuestión se le aproximó, la saludó y le hizo plática, mi abuela cuenta que él le caía mal por la manera en que la miraba sin embargo no quiso ser descortés, momentos después el tipo se le acercó y la arrinconó junto a un auto que estaba estacionado e intentó besarla por la fuerza, mi abuela se libró de él y le dijo hasta de qué se iba a morir, eso sin faltar la bofetada apropiada. Después de eso mi abuela cada vez que lo veía cruzaba la calle y jamás le volvió a dirigir la palabra.

Ante tal relato me quedé atónita, estaba escuchando a mi abuela decir que fue uno de los momentos más horribles de su vida y que a ese hombre le deseó lo peor "por puerco" y que nunca lo perdonó (de nuevo: que Dios la perdone por eso)... en mi mente sólo podía pensar ¡¿LO DICES EN SERIO?! una y otra vez, su hijo me hizo algo mucho peor durante AÑOS y la señora me pidió de rodillas que lo perdone que no lo volvería a hacer, suplicó que no pusiera una demanda, me amenazó con que me iría al infierno por buscar venganza y no perdonar, me culpó de la posible muerte de mi abuelo si seguía con eso y encima prácticamente le vendió su alma al diablo para proteger a su "pobre hijo". Cuando se dio cuenta mi abuela de lo que estaba pasando simplemente respiró profundo y me dijo "Perdóname hija, tú lo debes sentir peor y que no se compara con lo que te pasó pero es que no lo puedo evitar, solo recordarlo me da asco". Yo no pude decir nada y por increíble que parezca hasta la fecha al recordarlo me sigo quedando sin palabras y con un sentimiento atascado que no puedo definir aún cual es o si son varios sentimientos mezclados.

También solía hacer esa clase de comentarios cuando daban alguna noticia acerca de abusos o violaciones a menores, afortunadamente para mí ya no los dice, al menos en mi presencia, el que más recuerdo: "Ojalá los refundan a los #%&, y que les hagan lo mismo para que vean si les gusta... hacerle eso a una criatura...no tienen perdón de Dios, eso es no tener madre"... de nuevo me quedo sin palabras.

El día de hoy mi tío vive con su mami, estuvo viviendo fuera un tiempo pero volvió al expirar la orden de arresto, desgraciadamente ha abusado de por lo menos otra nena, mi abuelo sigue vivo, no sé si me iré al infierno pero al menos procuro vivir en paz con los demás, mi abuela ha perdido todo lo que mi abuelo ganó con su trabajo y además es la santa del barrio.

He ido cortando el lazo, me ha costado trabajo y a veces tengo recaídas porque me siento mal por dejar de visitarla, pero cada vez me da menos pena el no visitarla más seguido, hay gente que me lo reprocha pero no me importa (ok... a veces me molesta)... no saben en realidad cómo es ella y si tanto se preocupan pues que se hagan cargo de ella y de su bebito... pero nadie lo hace... son buenos para criticar y para comulgar los domingos con ella.

¿Cuando dejará de ser tan difícil esta relación con ella? ¿Algún día se dará cuenta de las consecuencias de lo que ha hecho?¿Aceptará que su hijo es un pedófilo? Tal vez sean preguntas necias sin respuesta pero me las hago con frecuencia, a veces con demasiada frecuencia; ya no duele tanto pero aún duele.

lunes, 17 de enero de 2011

Secuelas (Lista)

Estoy algo estancada con la lista de secuelas, mi meta sigue siendo hablarles de ellas desde mi experiencia pero por ahora no puedo continuar de la manera que me hubiera gustado, he decidido presentar la lista completa antes de continuar.

La lista es larga, no solo tenemos una sola sola secuela y no todas se presentan al mismo tiempo. Algunas veces parece que todo ya esta bien encaminado cuando una secuela se abre paso dando al traste con nuestra tranquilidad, otras veces experimentamos algunas de ellas en racimos y sientes que pierdes la cabeza, duele vivir y deseas más que nada la muerte; otras secuelas son cíclicas, aunque con el tiempo la intensidad va disminuyendo no se puede descartar que en ocasiones sea abrumadora la experiencia (algo como esto es por lo que estoy pasando); también existen aquellas secuelas con las que tenemos que aprender a vivir todos los días y con algo de suerte también existen aquellas que han hecho muy poca mella o que simplemente no las experimentamos nunca. A pesar de todo esto se puede lograr la felicidad, se pueden lograr las metas, se puede amar sin miedo, SE PUEDE VIVIR, SE PUEDE SANAR.

INCESTO: Cualquier uso de una niña, niño o adolescente para satisfacer las necesidades sexuales o sexuales/emocionales de una o más personas, cuya autoridad se deriva del vínculo emocional presente con la niña o el niño.


¿Experimentas en tu propia vida la mayoría de síntomas de esta lista? Si así es, podrías ser una sobreviviente de incesto. Y si todo esto te hace sentirte aislada de la gente, debes saber que no estás sola. La sanación es posible. Con ayuda, puedes liberarte de tu autoinculpación, de tu aislamiento y del encierro provocado por el Síndrome de Post-Incesto.
La siguiente lista está basada en observación y entrevistas con sobrevivientes de incesto, además del trabajo realizado por la organización Mujeres de Nueva York contra la Violación.

1. Temor a estar sola en la oscuridad; de dormir sola; pesadillas (especialmente de violación, persecución, amenazas, encierro, sangre); terrores nocturnos.

2. Sensibilidad para tragar; sensación de asfixia; repugnancia al agua sobre la cara durante el baño o la natación.

3. Alienación del cuerpo (sensación de que no es tuyo); incapacidad de prestar atención a señales del cuerpo o a cuidar bien de él; una deficiente imagen corporal; manipulación del tamaño del cuerpo para evitar atención sexual; limpieza compulsiva, incluyendo baños en agua hirviendo, o bien una total falta de atención a la higiene o la apariencia personal.

4. Problemas gastrointestinales; trastornos ginecológicos (incluyendo infecciones vaginales espontáneas); cicatrices vaginales/internas; dolores de cabeza; artritis o dolor en las articulaciones; aversión al gremio médico, especialmente a ginecólogos/as y dentistas.

5. Uso exagerado de ropa, aun en el verano; ropas flojas; incapacidad de desvestirte aun cuando es apropiado hacerlo (al nadar, bañarte, dormir); demanda extremada de privacidad al usar el baño.

6. Trastornos alimenticios; abuso de drogas y/o alcohol, o abstención total; otras adicciones; conductas compulsivas (incluyendo actividad compulsiva).

7. Lastimaduras sobre tu cuerpo (cortadas, quemaduras, etc.); autodestructividad; actitud de que puedes soportar el dolor físico: éste es un patrón adictivo.

8. Fobias; pánico.

9. Necesidad de ser invisible, perfecta o totalmente “mala”.

10. Pensamientos, intentos y obsesión de suicidio (incluyendo el “suicidio pasivo”).

11. Depresión (a veces paralizante); llanto aparentemente sin causa.

12. Problemas con la cólera: incapacidad de reconocer o expresar cólera, o de responsabilizarte de ella; temor de una cólera real o imaginaria; cólera constante; intensa hostilidad hacia la totalidad del género o grupo racial/étnico de la persona ofensora.

13. Disociación o separación; despersonalización; entrar en “shock” o un total bloqueo o paralización durante una crisis (cualquier situación tensa siempre constituye una crisis); paralización psíquica; dolor o entumecimiento físico asociado con un recuerdo o emoción (por ejemplo, cólera) o situación (como la actividad sexual) en particular.

14. Rígido control del proceso de pensamiento; carencia de sentido del humor, o una extrema solemnidad.

15. En la niñez, conductas de búsqueda de seguridad: esconderte, aferrarte exageradamente a algo o encogerte de terror en los rincones. En la vida adulta, temor a las sorpresas o a estar siendo observada; reacciones de sobresalto; vigilancia exagerada.

16. Problemas de confianza: incapacidad de confiar (confiar no es seguro); confianza absoluta que se convierte en ira si alguien te decepciona; confianza indiscriminada.

17. Tomar grandes riesgos (retar al destino); incapacidad de tomarlos.

18. Problemas de límites; problemas de control, poder y territorialidad; temor a perder el control; conductas obsesivas/compulsivas (intentos de controlar asuntos sin importancia, simplemente por controlar algo); confusión respecto al poder/sexo.

19. Culpa, vergüenza, baja autoestima, sensación de que vales poco o nada; exagerada apreciación por pequeños favores que otras personas te hacen.

20. Patrón de víctima (te victimizas a ti misma después de haber sido victimizada por otra/s persona/s), especialmente en la actividad sexual; falta de sensación de tu propio poder; falta de reconocimiento de tu derecho a fijar límites o a decir “no”; patrón de relaciones con personas mucho mayores que tú (a partir de tu adolescencia), o bien un extremado sentido de propiedad; revictimización a manos de otras personas (violencia sexual en la vida adulta, incluyendo explotación sexual proveniente de jefes o profesionales que “ayudan”).

21. Necesidad de “producir para ser amada”, de instintivamente saber y hacer lo que otra persona necesita o quiere; para ti, las relaciones implican un trueque (el “amor” te fue arrebatado, no dado).

22. Problemas de abandono; deseo de relaciones en las cuales no hay separación o una distancia saludable; evasión o temor a la intimidad.

23. Sensación de estar guardando un terrible secreto; urgencia por revelarlo o temor a revelarlo; certeza de que nadie escucharía o creería; ser generalmente secretiva; sentirte “marcada” (sensación de que llevas escrito el secreto en la frente).

24. Sensación de estar loca, de ser diferente; te sientes irreal mientras que el resto del mundo te parece real, o viceversa; creas mundos, relaciones o identidades de fantasía (especialmente en las mujeres: imaginar o desear ser hombres, es decir, no una víctima).

25. Negación: no estar consciente en absoluto; reprimir recuerdos; bloqueo de un período de tu vida temprana (especialmente de uno a 12 años, pero bien podría continuar en la vida adulta), o de una persona o un lugar específicos; fingir; minimizar --“No fue TAN malo”--; tener sueños o recuerdos --“Tal vez es mi imaginación”-- (éstas son, en realidad, escenas retrospectivas, a través de las cuales los recuerdos empiezan a ser recobrados); reacciones negativas fuertes, profundas y aparentemente “inapropiadas” hacia una persona, lugar o suceso; “luzazos” sensoriales (una luz, un lugar, una sensación física) sin ningún sentido de su significado; recordar alrededores pero no el suceso. La recuperación de la memoria puede comenzar con el suceso o la persona ofensora menos amenazante. Es posible que los detalles reales del abuso nunca lleguen a recordarse completamente; sin embargo, sí es posible alcanzar una rehabilitación adecuada sin una total recuperación de la memoria. Tu guía interna liberará los recuerdos a un ritmo que tú puedas manejar.

26. Problemas sexuales: las relaciones sexuales son “sucias”; aversión a que te toquen, especialmente durante un examen ginecológico; fuerte aversión a (o bien una necesidad de) actos sexuales en particular; sensación de que tu cuerpo te ha traicionado; dificultad para integrar la sexualidad física y las emociones; confusión o traslape de afecto/sexo/dominación/agresión/violencia; necesidad de buscar poder en el terreno sexual, lo cual en realidad es una reactuación sexual (autoabuso, manipulación --especialmente en las mujeres--; abuso hacia otras personas --especialmente en los hombres--); seductividad compulsiva, o ser compulsivamente asexual; necesidad de ser la agresora en la actividad sexual, o no serlo en absoluto; relaciones sexuales impersonales y “promiscuas” con personas extrañas, en combinación con una incapacidad de tenerlas en el contexto de una relación íntima (conflicto entre la actividad sexual y el afecto/amor); prostitución; ser un símbolo sexual o actriz pornográfica; reactuación sexual para satisfacer las necesidades de cólera o venganza; adicción a la actividad sexual; evasión de la actividad sexual; paralización sexual; llanto posterior al orgasmo; sensación de que todo avance sexual es una persecución, lo cual se percibe como una violación; sexualización de todas las relaciones significativas; respuesta erótica al abuso o la cólera de otra/s persona/s; fantasías sexuales de dominación o de una violación real (cuyas consecuencias son culpa y confusión); embarazo en la adolescencia. Nota: La homosexualidad NO es un efecto secundario del incesto.

27. Patrón de relaciones ambivalentes o intensamente conflictivas (en una verdadera intimidad, es más probable que los asuntos reales salgan a la superficie; en relaciones problemáticas, la concentración puede enfocarse en cosas que no están relacionadas con el asunto real del incesto). La pareja de una sobreviviente a menudo también sufre las consecuencias del Síndrome de Post-Incesto, especialmente en los campos de la actividad sexual y de la relación.

28. Evasión de los espejos, lo cual se asocia a la necesidad de ser invisible, a asuntos relacionados con vergüenza y autoestima y a una percepción distorsionada de la cara o del cuerpo.

29. Deseo de cambiar tu nombre, a fin de desasociarte de la persona ofensora (si comparten el mismo apellido) o para tomar control etiquetándote a ti misma.

30. Tolerancia limitada para la felicidad; alejamiento activo de la felicidad o renuencia a confiar en sentimientos felices.

31. Aversión a “hacer ruidos” (inclusive durante la actividad sexual, el llanto, la risa u otras funciones corporales); extrema vigilancia verbal (un cuidadoso control sobre tus palabras); voz baja, especialmente cuando necesitas que te escuchen.

32. Hurtos (en personas adultas); iniciar fuegos (en la niñez).

33. Trastorno de Personalidad Múltiple (a menudo oculto).

34. Sensibilidad hacia y/o evasión de la comida basadas en su textura (mayonesa = semen) o su apariencia (salchichas = pene), que podrían hacerte recordar el abuso; olores o sonidos que pudieran recordarte a la persona ofensora; aversión a la carne y a alimentos rojos.

35. Honestidad compulsiva o deshonestidad compulsiva (mentiras).

36. Vigilancia exagerada en relación al abuso infantil; incapacidad de detectar abuso infantil o evasión de toda conciencia o mención de éste; tendencia a desarrollar relaciones con perpetradores/as de incesto.

NOTA PARA TERAPEUTAS Y OTRAS PERSONAS

Muchos de estos “efectos secundarios” pueden ser consecuencia de otros problemas que ocurren temprano en la vida. Existen, sin embargo, algunos síntomas que casi siempre son indicadores de abuso sexual durante la niñez. Cuando una persona experimenta más de 25 de los síntomas contenidos en esta lista, el incesto debe ser seriamente considerado. Se debe proceder con cautela. También es necesario que las personas sobrevivientes y sus parejas sean tiernas consigo mismas y entre sí.

SI ERES UNA SOBREVIVIENTE DE INCESTO,
BUSCA AYUDA PROFESIONAL.

http://www.nodo50.org/mujeresred/abusos-sindrome_post-incesto.html

miércoles, 12 de enero de 2011

Cuando se recuperan los sentimientos

Llevo 28 de mis 32 años intentando estar bien para no ser una molestia para nadie, ya me siento muy cansada. Llevo todo este tiempo tratando de ser optimista, tratando de pensar y tratando de sentir que estaré bien, esforzándome para lograrlo a pesar de los bajones y del dolor constante. Sé que puedo estar bien, sé que puedo vivir sin tener recuerdos desagradables, pero una cosa son las imágenes de dichos recuerdos y otra cosa muy diferente los sentimientos que corresponden a esos recuerdos; yo recordaba muchos de los abusos a los que fui sometida, recuerdo si era de día o de noche, si estábamos en la habitación de mis tíos o si estábamos en la casa de la playa, si era sólo uno de ellos o los dos al mismo tiempo; aunque esos recuerdos eran obviamente desagradables podía vivir con esas imágenes pues para mi eran un recuerdo ajeno a mis sentimientos, yo creía que era porque lo había superado... no podía estar más equivocada.

Es verdad que he superado muchas cosas, pero hasta ahora jamás me había enfrentado a los sentimientos, y siento que todo se derrumba a mi alrededor, no me siento parte de mi vida, no me reconozco, me desconecto, si alguien me toca en un momento crítico siento que me quema la piel; por más que lo intento no puedo evitarlo, la presa se desborda y me siento perdida y no sé que hacer, siento que he dado muchos pasos hacia atrás. Intento respirar profundo, darme cuenta que no estoy viendo mi vida a través de una mirilla y continuar, pero con cada día que pasa la ansiedad es más fuerte que yo, esos sentimientos se van abriendo paso, en las últimas semanas han sido más mis días malos que los buenos a pesar que durante algunos años había sido todo lo contrario, siento que estoy a punto de perder todo lo que he logrado. No puedo articular palabras para decir lo que me está pasando, simplemente me bloqueo y siento desesperación. Ahora entiendo porque tenía tantos sentimientos bloqueados, siento como si algo se desgarrara por dentro constantemente, siento que estoy en el limbo completamente sola y sin dirección, me siento abandonada. Quiero creer que si estoy pasando por esto es porque ya era hora (a pesar de los años), porque de algún modo encontraré el camino aunque me sienta perdida, pero con cada día que pasa esa esperanza se va desvaneciendo.

Mi esposo me dice que soy optimista y alegre pero en realidad me siento pesimista y miserable... y encima culpable pues tiene que lidiar conmigo y mi equipaje; él ha sido un sol para mí, una bocanada de aire fresco y aunque me ha ayudado muchísimo en deshacerme de lo que llevo en la maleta estoy comenzando a creer que mi maleta mas bien es un camión de mudanza. Lamento tanto que él también se vea afectado por esto.

viernes, 7 de enero de 2011

Año Nuevo

Por fin han terminado las fiestas. Quise durante ese período escribir algo positivo pero no podía simplemente porque no me agradan mucho las fiestas navideñas, o al menos este año no me sentí en sintonía con la época.

2010 fue un año difícil, lo inicié en medio de una crisis en la que recuperé un par de recuerdos y me concecté emocionalmente con muchos recuerdos que parecían mas bien un mal sueño, lo que ha sido una de las experiencias más dolorosas de mi vida, pero es necesario para poder seguir adelante sin tanto lastre. Fue un año de subidas y bajadas, de conocerme mejor, de emprender nuevos retos a pesar del miedo y las secuelas, de ir rompiendo poco a poco el silencio y los lazos que me dañan. No puedo decir que he avanzado mucho, durante muchos años guardé cosas que no me atrevía a decir a pesar de haber roto el silencio. Cuando díje lo que pasaba me dijeron que la ropa sucia se lavaba en casa, me dijeron que ya lo superara y que diera vuelta la página, que una buena cristiana siempre perdona y se reconcilia. No me permitieron llevar mi ritmo, no me permitieron estar enojada, así viví muchos años sorteando la tormenta pero jamás encontré la calma y puerto seguro... hasta hace unos cuantos años cuando me casé y conocí otro tipo de vida.  2010 también fue un año que tuvo sorpresas agradables... he conocido gente maravillosa que entiende lo que he pasado han sido mi salvavidas y también me han dado la oportunidad de de brindarles una mano amiga; he conocido gente que me ha alegrado y me ha hecho recordar cosas agradables... sin saberlo con su alegría me han ayudado. Me atreví a contarle a mi esposo algunas cosas, entendí que no puedo hacer esto sola y que no es sano tenerlo apartado de esto.

2011 empieza mejor que 2010, deseo muchas cosas... desde bajar unos kilos hasta  tener menos períodos de ansiedad, lograr mis metas, todo se engloba en una sola idea: sanar un poco más con cada dia que pase, mejorar.



FELIZ AÑO!
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