Hace unos días ví este video.
"Un niño maltratado nunca lo olvida"
He quedado impactada, tocó fibras muy sensibles y profundas dentro de mí. Ambos temas, los abusos en la infancia y el Alzheimer, son parte de mi vida. Incluso he llorado después de verlo.
Mucho he hablado de mi abuela y de mi madre, pero casi nada de mi abuelo. Mi abuelo es para mí como un padre, de hecho de alguna manera lo es, pero ya no lo tengo, hace por lo menos 8 años que lo fui perdiendo ante el Alzheimer, al día de hoy ya no sabe mi nombre, no sabe cual es mi relación con él, lo único que le queda es un ligero recuerdo de familiaridad ante el cual sonríe, el cual se irá perdiendo pues al dejar de visitar a mi abuela he dejado de verlo también. Me duele, pero ya le dije lo que tenía que decirle, ya me despedí de él, estoy en paz al respecto.
Cuando revelé lo de los abusos él probablemente quiso hacer algo para protegerme, pero mi abuela siempre se salía con la suya, siempre se imponía y él terminaba haciendo lo que ella quería o no le quedaba más remedio que resignarse cuando por fin se enteraba de la situación, era una lucha silenciosa entre mis abuelos, por un lado ella dándole todo a mis tíos, solapándolos y encubriéndolos; mi abuelo por otro lado deseando que ellos sean hombres de bien, pero mi abuelo jamás tuvo carácter con mi abuela, era demasiado bueno con ella, él simplemente se quedó con el papel de padre proveedor, convirtió su trabajo en prioridad confiando en que mi abuela se haría cargo de todo. Al final cuando el se retiró las cosas siguieron igual, él comenzó a beber mucho, no lo justifico pero entiendo sus motivos...por lo menos uno de ellos... mi abuela. Dejó de beber porque yo se lo pedí, porque también comenzó a preocuparse por su salud, pero cuando revelé lo de mis abusos mi abuela mandó a uno de mis tíos a otra ciudad para evitar el arresto y ella se fue también, mi abuelo se fue con ella, en esa época bebió de nuevo hasta perderse, no sé por que motivo dejo de beber de nuevo, y cuando volví a vivir con ellos fue nada mas para despedirme de él, para ver como poco a poco dejaba de ser mi padre.
Jamás fue violento, jamás me puso una mano encima, jamás me puso en una situación de peligro; cuando estábamos solos teníamos pláticas cortas, no recuerdo mucho de lo que hablábamos, muchas veces simplemente nos sentábamos a ver la televisión sin decir palabra, muchas veces simplemente caminaba conmigo, me contaba chistes... era un hombre muy gracioso. Lo único bueno de su enfermedad es que cuando se "transportaba" a su pasado me contaba historias que nunca había revelado, pude enterarme que a pesar de su infancia pobre fue feliz y que se arrepentía de no haber seguido su sueño y hasta cierto punto no haber hecho más con respecto a mi abuela. Él nunca justificó a mis tíos, su pecado fue seguir a mi abuela, no enfrentarse a ella, no ponerle un alto; hace mucho que lo he perdonado por ello. Sé que para muchos se quedó muy corto en sus deberes, que pudo haber hecho más, que pudo haber tenido más pantalones... ya no hay remedio para eso, sé que al final hizo lo posible por protegerme, incluso de mi abuela.
No sé si llegaré a vivir mucho, no sé si tendré esta terrible enfermedad del "olvido", pero si ambas cosas suceden ya no me aterra tanto el no valerme por mi misma, el llamar a otros por otro nombre... me aterran las historias que contaré, me aterran los secretos que se revelarán... secretos que tal vez sigan ocultos a mi mente conciente, me aterra llegar a ver en otra persona a aquellos que me hicieron tanto daño y descargar mi dolor en ellos, he visto de primera mano lo que pasa cuando la gente se "transporta" a su pasado, es algo muy difícil de manejar. Me aterra que se destape sin control la caja de Pandora.